Distorsión aperceptiva.

En la entrada pasada hablamos sobre la apercepción, por lo que ahora nos corresponde hablar sobre las distorsiones aperceptivas. Toda interpretación subjetiva constituye una distorsión aperceptiva. Es decir, que todos distorsionamos aperceptivamente, únicamente cambia el grado en el que lo hacemos. La proyección, por ejemplo, es el grado máximo de distorsión aperceptiva. De ahí vienen:

• Proyección invertida: Tiene lugar una formación reactiva durante la proyección invertida. Por ejemplo, un "yo lo amo" que se convierte en "yo lo odio" para terminar convirtiéndose en un "él me odia" (porque aquello de odiar parece no ser algo de qué enorgullecerse para el aparato psíquico).
• Proyección simple: El típico "no me gusta su forma de ser, no hace caso cuando se le habla" (cuando la persona que lo igual es igual de alguna forma). Es inconsciente y no es reconocida por quien la tiene.
• Sensibilización: Habla de la sensibilidad que tiene lugar en la neurosis. Es como cuando quieres tener un hijo y no puedes y de repente ves bebés, cunas y carreolas por todos lados.
• Percepción autista: Cuando ves algo que no está debido a tu necesidad. Interpretas algo que no está sucediendo por tu necesidad de ello.
• Externalización: Una invocación ligeramente reprimida que puede hacerse consciente sin tanta dificultad. Como cuando te hacen ver algo que antes no percibías y, después de lo que te dicen, puedes verlo,

Nuevamente, y como lo ha venido siendo las últimas entradas, lo anterior de acuerdo con Abt y Bellak (1985).

Vamos a explicarlo de manera más gráfica. En la imagen de arriba, por ejemplo, se muestra claramente cómo, para cada sujeto, el mismo objeto tiene un significado distinto. De acuerdo a su versión, cada uno tiene la razón. Es lo que sucede con la apercepción y las distorsiones aperceptivas. Nosotros mismos no podemos darnos cuenta de cómo se distorsiona un mensaje, y entonces pensamos que tenemos la razón sobre algo cuando no estamos siendo objetivos o unos observadores sin equivocación. Es aquí donde sirve ser consciente de que algo como lo que sucede en la imagen nos puede suceder a nosotros, y es necesario tener la mente abierta para comprender las cosas desde otra perspectiva.

Los dejo con la imagen de arriba, que nos recuerda que estamos en constante aprendizaje, para el cual debemos siempre tener disposición. Pronto estaré hablando sobre conductas adaptativas y evaluación de la personalidad. Un abrazo.